martes, 25 de septiembre de 2007

La educación en comunicación.

La realidad es que la educación en medios y la integración de las nuevas tecnologías en el aula han avanzado, han retrocedido o se han estancado por caminos paralelos, pero separados. Sin embargo, no se debe olvidar que ambas forman parte de una misma necesidad, abrir la escuela a la realidad y aprovechar las posibilidades que el entorno y el contexto ofrecen para desarrollar una educación significativa en la era de la comunicación. No se puede ni se debe, por tanto, separar una educación en medios y la integración de las nuevas tecnologías cuando se habla de escuelas. Ambas van unidas sise pretende una educación para la contemporaneidad.

Los medios han tenido y tienen un papel relevante en la cultura y en la educación. Constituyen la cultura principal en la que los niños y jóvenes se desarrollan. En realidad, las relaciones de los medios con la educación han sido siempre, para bien y para mal, muy particulares.

En los primeros contactos, la escuela recibe a los medios como un cuerpo extraño, sobre todo basándose en su aportación de información efímera, superficial o sensacionalista. Pronto, sin embargo, los medios ponen de manifiesto su poder de convocatoria, es en ese momento cuando, desde la evidencia de su presencia en todos los órdenes de la sociedad, la escuela toma conciencia de la fuerza de los medios. La institución educativa se ve sin recursos y sin respuesta ante su dinamismo y comienza a percibirlos como una poderosa competencia.

La cuestión fundamental que cabe destacar, respecto a, las tecnologías en general, y de la comunicación en particular, es la innegable transmutación, prácticamente impensable hace apenas un siglo, se han tornado invisibles. Su presencia en todos los actos de la vida, ya desde los primeros llantos, las ha integrado completamente en la cotidianidad y respiramos con ellas.

Dada la importancia de estos procesos se ha llegado a catalogar esta época como la cuarta revolución de la comunicación. La digitalización y los medios electrónicos le otorgarían ese estatus. Las razones para afrontar una revolución de la institución educativa con relación a la nueva era de la comunicación son múltiples: constituyen un reto cultural, es un desafío educativo, es una competencia académica, es una exigencia laboral y también es una responsabilidad social.

Si exploramos el panorama histórico de las relaciones entre medios de comunicación y escuela encontramos algo similar al argumento de un melodrama del cine clásico. Una historia de amor y de odio con dos protagonistas de personalidades y objetivos en la vida muy diferentes, que tras múltiples encuentros y desencuentros, equívocos y aciertos, se ven subsumidos en una compleja trama de prejuicios tópicos, confusiones e intereses cruzados, pero que están condenados a encontrarse y mantener una relación que parece inevitable.

Existen diferentes modelos narrativos, con esquemas arguméntales distintos, de cómo se han de encauzar las relaciones de convivencia entre educación y comunicación, y estos son: el enfoque tecnicista, en el que se admita la utilización educativa de los medios como estrategia y recurso, pero se echa en falta una reflexión sobre los mismos. La perspectiva de los efectos, en ella se atiende al beneficio que los medios aportan al proceso de enseñanza-aprendizaje. El planteamiento crítico, basado en un modelo participativo y contructivista de la enseñanza-aprendizaje.

Para abordar la situación del sistema educativo y las transformaciones que necesita, se ha de partir de la realidad y sus condicionantes, buscando las vías adecuadas para superar la coagulación que le impide conectar con los nuevos tiempos. Se ha de tomar conciencia de los cambios producidos tanto en la realidad social como en el alumnado. Para ello, a partir de la incorporación de la educación para los medios y desde las nuevas tecnologías de la comunicación, el sistema educativo se debe apoyar en una serie de elementos de regulación y de rigor, como, una regulación seria para ser creíble, clarificar objetivos para ser transparente y aportar contenidos relevantes.

La institución educativa debe adaptar sus capacidades para encontrar su lugar y su función. Uno de los caminos para mejorar, es el de la creación de un entorno que propicie el usote nuevas tecnologías y los medios educativos. Por eso, la escuela ha de buscar nuevas orientaciones que garanticen su cometido en el desarrollo de las habilidades y destreza necesarias en la sociedad de la información.

A través de su incorporación al currículo, como, áreas en las que se desarrollen nuevos conocimientos, habilidades y destrezas, los medios y las nuevas tecnologías modifican algunos de los contenidos en la enseñanza. Además, con la necesaria incorporación de las nuevas tecnologías a la educación y los nuevos sentidos pedagógicos, se modifica, a su vez, la enseñanza misma. Por ello hay que estar alerta y tener precaución frente al anzuelo mercantil que nos muestran los nuevos medios y canales de comunicación. Para ello hay factores esenciales que se deben tomar en cuenta, como: la renovación pedagógica, la significación del profesorado y la resituación de los centros escolares.

Gran parte de la percepción de la realidad que hoy cualquier ciudadano realiza está mediatizada en buena medida por los medios de comunicación. Desde la infancia se consumen altas dosis de comunicación audiovisual, sin ser consistentes de que los medios no solo transmiten y reflejan la realidad, sino que también, en cierto modo, la crean y la recrean. Las posibilidades de manipulación y tergiversación de la realidad son altas y ante esta preocupante, es difícil quedarse indiferentes. Si los mensajes televisivos en ciertos contextos, pueden parecer absolutamente alienantes o perjudiciales, en cambio, propugnar su eliminación de los hogares, su total ignorancia en la enseñanza o denunciar genéricamente sus vicios son actitudes se han demostrado baldías y de poca efectividad en los cambios de hábitos de consumo de las personas.

Las finalidades que la utilización didáctica de la televisión tiene son muy variables y dependen en el fondo de la filosofía de la escuela que pregone y ejercite la institución escolar en concreto.

lunes, 24 de septiembre de 2007

Nuevas perspectivas teóricas y lectura crítica.

En 1989 un sociólogo francés, seguramente influido por la revolucionaria recurrencia bicentenaria en su país, describió enfáticamente a la sociedad planetaria como una sociedad conquistada por la comunicación. En esa definición se condensa una gama de sensaciones que se pueden percibir fácilmente en nuestra sociedad de final de milenio, observamos como la comunicación ha extendido y sigue extendiendo sus redes y su poder en todos los intersticios de la sociedad.

Las tecnologías telemáticas e informáticas, confirmando las instituciones de los años cuarenta, permiten cada vez más y mejor, cubrir ausencias y anular distancias mediante sistemas sofisticados de almacenamiento, traducción y transmisión de información, una información digital que es capaz de representar de forma cada vez más rápida y definida a todo el mundo que forma la realidad planetaria.

Los nuevos medios de comunicación en una franca exhibición de alarde tecnológico, del curso multimedia de idioma al videojuego con efectos gráficos tridimensionales y al videoteléfono erótico, juegan espectacularmente la carta de interactividad y de la navegación. La comunicación humana de hecho, ha de identificarse, más acá de cualquier consideración instrumental, como una manera inevitable y propio de lo humano, de entrar en contacto mutuamente y establecer un vínculo, en vista de objetivos comunes que se daban realizar, comunes en el doble sentido de compartidos y cotidianos, nada extraordinarios.

La modernidad concibe al individuo como el verdadero motor de la sociedad, un actor/vector omnipotente al cual se puede relacionar con todo el entorno. El individuo se hace activo de lo social y, como tal, propenso a desarrollar todas sus potencialidades incluida aquellas liberadas del miedo a lo desconocido. Es un individuo que circula, comercia e investiga, actúa, recomunica con diferentes instancias y en diferentes territorios.

La modernidad tecnocráticas de las sociedades postindustriales, condiciona a la comunidad del siglo XX a pensar en la comunicación no ya como en una experiencia interpersonal directa sino como en un sistema social de redes y conexiones donde se entremezclan de forma inextricable los asuntos de ocio y de negocio, de información y de entretenimiento, de cultura y espectáculo. La comunicación mediática es hoy en día una realidad dominante, invasora, pero en realidad es todavía un universo poco conocido.

El punto de vista global, a partir del cual dirigir una mirada analítica, será constituido por las características de la relación que se instaura entre protagonistas del evento comunicativo, en otras palabras, aquella relación que se ha definido tradicionalmente como emisor, mensaje y receptor, una relación que califica el tipo de experiencia comunicativa y, sobre todo, tiende a formar un determinado tipo de sistema de valores y de preferencias, o sea, de cultura mediática.

La radio, la televisión y la prensa funcionan, aun mas en estos casos de fuerte implicación simbólica, como cajas de resonancia recíproca, como grandes conectores sociales que contribuyen masivamente a la intercomunicación, es decir a la circulación del logo social que se propaga hacia y entre sus miembros. En la interacción comunicativa hay que interrogar la dimensión estratégica, que se desarrolla en una doble y contemporánea actividad persuasiva e interpretativa, a todas luces mas importante y significativa que el mero intercambio informativo, siendo por otra parte capaz de condicionarlo e incluso estructurarlo.

El principal objetivo de una teoría critica de los medios audiovisuales debería ser el mostrar como las instituciones por un lado y los públicos por otro, construyen los significados de las imágenes, dicho de otra forma, la lectura critica de los medios audiovisuales consiste, básicamente en desmontar la aparente naturalidad de la imágenes, en discutir la supuesta transparencia de los medios audiovisuales.

Los cambios tecnológicos en los sectores de la información y de la comunicación, así como la redistribución de la propiedad de los medios, en especial la tendencia hacia los monopolios, plantean la necesidad de repensar nuestras actitudes con respecto a esos medios y también hacia las formas de enseñar. El mundo de referencia del alumno también ha cambiado. Su entorno cercano, sus gustos, su forma de relacionarse con el mundo, la adquisición de conocimientos o las relaciones personales, están influidas en buena medida por nuevos sistemas de reproducción.

De forma general, podemos definir la representación como el proceso a través del cual los miembros de una cultura usan el lenguaje para producir significados. Gracias a la representación podemos referirnos tanto a los objetos del mundo material como a los del universo ficcional. Se hace evidente que el análisis crítico de las representaciones mediáticas no se debe limitar, al menos desde nuestra perspectiva, al estudio de los textos, sino también al de los contextos.

Buena parte de las representaciones vehiculadas por los medios audiovisuales son ficciones. Partiremos de la base de que esas ficciones tienen un papel muy importante en la construcción de nuestra realidad cultural y sexual. Estudiar la ficción y el mundo, equivale también a estudiar las prácticas sociales implicadas en la producción de ficciones. Dicho de otro modo, se trata de mostrar como el mundo social entra en el discurso de ficción y como los distintos géneros ficcionales se dirigen a las audiencias.

Existe una importante tradición crítica y analítica que relaciona ese poder de la representación con la noción de ideología dominante. Uno de los principales problemas de dicha noción en su determinismo, especialmente cuando s aplica a los medios de comunicación. Los conceptos de hegemonía y negociación nos permiten, pensar en términos políticos e ideológicos en las relaciones entre la representación y lo real, en el sentido que evitan un modelo excesivamente rígido, que parte de una realidad prefijada o de códigos representativos igualmente inamovibles.

Los géneros son ese lugar donde se producen esas luchas que determinan los límites de la representación, la construcción de la realidad o de la identidad. No se trata de iniciar una exposición sobre las distintas formas de abordar el concepto de género o de género audio visual, sino de situar esa compleja cuestión dentro del marco teórico que estamos dibujando. De esta forma podemos decir que el género se refiere al conjunto de características, de regularidades, que encontramos en unas ficciones particulares que luego podrán ser agrupadas o clasificadas atendiendo a una serie de similitudes.

La lectura crítica de los medios audiovisuales no se debe limitar exclusivamente a las obras de arte, sino que debe incluir todos los objetos que forman parte del universo simbólico de los estudiantes, es decir, los productos audiovisuales que consumen. En general, podemos decir que en la actualidad, los teóricos de la comunicación consideran, a diferencia de los defensores de las actitudes protectoras y evaluadoras en educación en medios de comunicación, al público como un conjunto de consumidores soberanos que interpretan con libertad el contenido de los medios.

Cada época tiene su realismo, es decir, sus efectos de realidad. La nuestra ya no trata de conseguir imágenes y sonidos realistas, sino de inyectar en las imágenes efectos de realismo, en definitiva de simular el realismo. En esas condiciones el referente desaparece, no se refiere a una supuesta realidad, sino a una imagen.

Entrevista a un educador:

Durante más de tres décadas, José Alberto Rivas (1932) se ha dedicado a la investigación social en Chile, México, España, Costa Rica y, desde 1996, en el país. Sus primeras investigaciones las efectuó en Chile y estuvieron relacionadas con el tema de la juventud, luego se dedicó a hacer estudios relacionados con el asunto rural, campesino y agrario. Durante los últimos años su trabajo ha hecho énfasis en problemas de ciencia política, como elecciones, partidos y crisis política, violencia, democracia y Estado.

¿Cómo se inició en el campo de la investigación social? Desde joven tuve sensibilidad por los asuntos sociales, al punto de que cuando me iba a graduar de abogado en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), la tesis que hice no fue sobre un asunto jurídico, sino sobre las clases sociales en República Dominicana. Al principio hubo resistencia pero finalmente lo aceptaron y salió bien considerado. Eso da una idea de que ya tenía interés en las Ciencias Sociales. Después me fui a Chile (1964) a estudiar una maestría en Ciencias Sociales y luego a España (1970) a obtener el doctorado en Ciencias Sociales para el Desarrollo.

¿En dónde empezó a poner en práctica esta vocación? Me gradué en la FLACS en Chile en 1966. Ahí tuve la suerte de impartir clases en la misma universidad y de estar rodeado de una élite de intelectuales latinoamericanos.

¿Alguna vez ha sentido la tentación de la política? A mí me gusta la política, pero como objeto de estudio, como preocupación, como actividad humana y como una posibilidad de acercarse al poder e influir. Yo nunca he estado en un partido político, aunque he tenido amigos políticos, y nunca voy a estar, porque ya me queda poco tiempo de vida. No me desagrada la política ni los partidos; hoy se habla mal de éstos y de los políticos, lo cual no es justo, porque la gente que se expresa así termina en uno o siendo político. Los partidos son importantes para la vida democrática; sin ellos no hay democracia, así como tampoco sin ciudadanos.

¿Lo han invitado a participar en alguna organización política? Muchísimas veces, de manera que la tentación es permanente. Es como la tentación de la carme, pero me resisto.
¿Qué lo hace resistirse? Pienso que puedo ser más útil analizando la política y no haciéndola, pensando en ella y no viviéndola, esa distancia es la que me permite ser un poco más objetivo, más prudente.

Si tuviera el poder, ¿qué cambios haría en República Dominicana? Llamaría a una gran alianza no sólo de partidos políticos, sino también de organizaciones sociales y la academia (sociedad científica, literaria o artística) para llevar a cabo un programa mínimo de trabajo y empezar vigorosos programas en educación y salud, y una profunda reforma tributaria, para tener un Estado solvente. Tiene que ser un programa a largo plazo; cuatro años de gobierno no sirven ni para agarrar el ritmo, se necesita un tiempo mayor para cambiar al país. Pero cada cuatro años se desgasta un gobierno, un año para agarrar la onda y cuando falta uno se inicia la campaña electoral, es absurdo.

Después de investigar la realidad social del país, ¿qué es lo que más le ha llamado la atención? Este es un país obstinado, cuya historia siempre se va por el atajo, nunca por el camino ancho, amplio y visible y eso significa una historia dolorosa de tropiezos con ascensos y descensos. No todo ha sido malo, hemos tenido momentos de progreso y bienestar y otros en que esto no ocurre.

¿Se arrepiente de haber regresado al país? No, jamás; estoy muy contento. No me arrepiento de nada de lo que he hecho, no me lamento de haber estado afuera, porque si no me hubieran matado.

¿Qué cosas hacen que diga eso? Que me he sentido pleno y productivo dentro y fuera del país. Me he dado cuenta, modestamente, que soy útil y puedo producir y que, en consecuencia, me realicé en el exterior y aquí en el país. En el exterior tiene uno, a veces, más recompensas, porque nadie es profeta en su tierra.

¿Qué le duele más del país? La miseria… me duele, a veces tengo la sensación de tener una daga en el corazón. Cuando recién llegué a República Dominicana hice un recorrido por el sur y encontré a unos niños muy pequeños, llovía y hacia frío, iban sin ropa, descalzos… me dio rabia… es que no hay derecho….confieso que me puse a llorar, ¿cómo va a haber niños descalzos en esta época del desarrollo nacional? Iban caminando en el lodo y con una mirada perdida. Desde entonces, tropiezo con situaciones similares. Vivo acongojado, lo peor es que en mi trabajo, las estadísticas, las lecturas, todo lo que hago me ratifica la profunda desigualdad de esta patria adolorida.

¿Cuál considera que ha sido su mayor aporte a República Dominicana? No me atrevo a decirlo; creo que esa pregunta la deben responder otras personas, yo no puedo valorar mi propio trabajo, porque me pondría pedante o con un ego que no me cabría. Esa pregunta que la responda otra persona.

Contenido de los Medios de Comunicación:


El Internet:

En el desarrollo de proyectos e iniciativas web suele ser frecuente el centrarse en obtener una arquitectura de información de calidad, un buen diseño gráfico y en garantizar la usabilidad del site, mientras que los textos y contenidos se dejan al final de las prioridades. Pero los contenidos también tienen su papel dentro de la experiencia de usuario.

Técnicamente se define la Internet como una interconexión de redes informáticas que permite una comunicación directa a las computadoras que se encuentran conectadas. Se trata de un conjunto de redes locales conectadas entre sí a través de un ordenador. Visto de tal manera no parece resaltante. Sin embargo, se trata de la mayor red de conexión de ordenadores que se conoce en el mundo y que permite una comunicación (envío y recepción de información) rápida, sin límites de tiempo ni espacio.Tomando en consideración que se trata de un instrumento que permite el envío y recepción de información, podría decirse con cierta ligereza que la Web no es más que un nuevo medio de comunicación y que su capacidad de conectar a tantos seres humanos a la vez la convierte en un medio de comunicación de masas.

Internet es entonces un nuevo canal de comunicación que resalta, además, porque permite en su particular ambiente la combinación de todos los demás medios. En la Red están la escritura y la fotografía de la prensa, las imágenes en video de la televisión y el sonido de la radio, sumados a la interacción y personalización de mensajes. La Red, más que un medio de comunicación, es un soporte (con enormes capacidades, vale decir) para todos los medios de comunicación que el hombre ha utilizado hasta ahora; sus características permiten la combinación de todo, es a partir de estas aseveraciones que se justifica la denominación de la Web como un supramedio y un metamedio.

En Internet las empresas de prensa, radio y televisión, apenas comienzan a descubrir un nuevo espacio de acción, un área nueva que les permite adaptarse, pero que definitivamente exige una nueva forma de hacer las cosas. Como ya se ha dicho, cada uno de los medios de comunicación que el hombre ha conocido hasta ahora tiene su espacio en la Web. Ahora, bien vale la pena analizar si, en Internet, los medios de comunicación pueden permitirse ser una copia al carbón de lo que ya son en su soporte tradicional.

La denominada revolución tecnológica y de información que tiene en Internet a su mayor representación, ofrece por supuesto nuevas formas de acción y mercado para los medios de comunicación tradicionales, los cuales tienen, al menos, dos grandes oportunidades con Internet: pueden aprovechar la Red para la interacción con nuevos mercados y para expandir sus formas de comunicación con la audiencia o, ir más allá, incorporarse al "ciberespacio" con un sitio propio, con características adaptadas al nuevo entorno comunicativo que le permitan imponerse como un nuevo medio en la Red. Las razones por las cuales se concibe a la Red como el hito que representa esta revolución y nueva etapa de la humanidad se fundamentan justamente en las características únicas que posee la Web como un potente canal para las comunicaciones. Precisamente, desde el punto de vista comunicacional, en relación con los medios de comunicación tradicionales, Internet ofrece diversas peculiaridades.

Estas peculiaridades son tan infinitas como sus capacidades, además que sería una osadía afirmar que de la Red ya se ha descubierto y se ha dicho todo. Ahora bien, es cierto que diversas características le diferencian de los medios de comunicación tradicionales, pero la particularidad más notoria y reconocida es la Interactividad: Los medios tradicionales son unidireccionales, el mensaje que transmiten es recibido por el público y allí termina el proceso (sólo existen casos aislados de algún lector, oyente o televidente que establezca comunicación posterior) En todo caso, la comunicación en los medios tradicionales apenas llega a ser bidireccional. En Internet, cada individuo que accede tiene la posibilidad de comunicarse directamente con el sitio que visita, la atención es personalizada y se trata de un medio que puede ser utilizado igualmente por emisor y receptor.

Además, se distingue porque el usuario es quien decide cuándo, cómo y dónde acceder. Es un canal personalizado porque ofrece la posibilidad a cada usuario de recibir y escoger lo que desea y le interesa, entre una gama enorme de posibilidades. Una peculiaridad en concordancia con la esencia humana de ser libres.

A groso modo, se pueden identificar algunas peculiaridades que hacen a Internet un fenómeno en cuanto a comunicación:
- Interactiva
- Universal
- Simultánea
- Inmediata
- Integradora
- Libre
- Actualizable
- Personalizada

A partir de todas las afirmaciones precedentes, parece que Internet se convierte en el espacio ideal para las comunicaciones del futuro y que los medios tradicionales salen perdiendo. Tal vez al inicio de la revolución que aún significa la Red la comunicación social pudo verse dominada por confusiones y temores. Sin embargo, hasta ahora la aparición de una nueva forma o tecnología de comunicación no ha significado la desaparición de lo ya existente. Inclusive, ya está dicho que los medios tradicionales se reconstituyen con Internet, porque están obligados a revisarse y potenciar sus ventajas y características únicas. En medio de la confusión y del temor muchos pensaron en mudarse a la Red, abandonar sus soportes tradicionales para incorporarse a lo que se calificó casi como una panacea. Luego, algunos identificaron más bien en Internet un canal de promoción y reafirmación que les permitiría captar nuevos mercados y ampliar su cobertura geográfica; es así como hoy los grandes periódicos, las grandes cadenas de radio y televisión, e incluso medios más pequeños, cuentan con un sitio en Internet.

Ahora, cabe decir, que Internet es un soporte que así como ofrece innumerables ventajas exige peculiares condiciones. Esto supone que quienes desde un medio de comunicación tradicional se conforman con ver en Internet un simple instrumento de promoción, o un canal de transmisión para mayor cobertura, pierden dinero y tiempo. Porque los denominados medios paralelos (prensa, radio o televisión en línea) son precisamente otros medios, soportados en los tradicionales pero con características propias por demás potenciales que, bien aprovechadas, garantizan rentabilidad y competitividad. Tomando como base una afirmación hecha anteriormente, la cual señala que Internet es el soporte de nuevos medios de comunicación, no puede consentirse que los medios tradicionales expongan una copia de sí mismos en la Web. Porque la Red, por ser un metamedio, posee características singulares que requieren que las formas y contenidos a exponer en ella se adapten a sus peculiaridades, sobre todo para que resulte provechoso.

Por otra parte, las herramientas y nociones que trae consigo la denominada revolución de la información no sólo han generado cambios en la forma de transmisión de mensajes para los medios de comunicación tradicionales, que gracias a las tecnologías emergentes han mejorado sus procesos de producción y transmisión, sino que han impuesto también nuevos modos en la práctica gerencial. Actualmente se escucha hablar de términos como Gerencia de Información y del Conocimiento, Comercio Electrónico, Capital Intelectual, Sistemas de Información, etc. Todas estas nociones, ya instaladas en la gerencia contemporánea, también tienen su impacto y aplicación dentro de las empresas de medios de comunicación masiva.

jueves, 13 de septiembre de 2007

Análisis de la Pelicula "The Chorus"en Relación con el Humanismo.


Breve Historia del Humanismo:

El humanismo es una corriente filosófica, educativa, filológica artistica e intelectual europea estrechamente ligada al renacimiento cuyo origen se sitúa en el siglo XIV en la península Itálica (especialmente en Roma, Venecia y Florencia). Se mantuvo hegemónica allí y en buena parte de Europa hasta fines del siglo XVI, cuando se fue transformando y diversificando a merced de los cambios espirituales provocados por la evolución social e ideológica de Europa, fundamentalmente al coludir con los principios propugnados por las Reformas(luterana, calvinista, etc.), la Contrareforma católica y la Revolución Francesa del siglo XVIII. El movimiento, fundamentalmente ideológico, tuvo asimismo una estética, el clasicismo renacentista, plasmada, por ejemplo, en un nuevo tipo de letra, la redonda conocida como letra humanística imitada de la letra unical latina antigua, que vino a sustituir poco a poco a los incómodos palotes de la letra gótica medieval.

El Humanismo propugnaba, frente al teocentrismo de la teologia escolastica medieval y el canon eclesiástico de prosa, que imitaba el pobre latín tardío de los Santos Padres y el simple vocabulario y sintaxis de los textos bíblicos traducidos, el antropocentrismo y los studia humanitatis, una formación íntegra del hombre en todos los aspectos fundada en las fuentes clásicas grecolatinas, muchas de ellas recién descubiertas entonces, gracias por una parte al trabajo de traductores como Averroes y por otra a la infatigable búsqueda de manuscritos por eruditos humanistas en los monasterios de toda Europa. Este era un latín más puro, brillante y genuino.

En consecuencia el humanismo debía restaurar todas las disciplinas que ayudaran a un mejor conocimiento y comprensión de estos autores, a los que se consideraba un modelo de humanidad más puro que el contaminado por la viciosa Edad Media, para recrear las escuelas de pensamiento filosófico grecolatino e imitar el estilo y lengua de los escritores clásicos, y por ello se desarrollaron extraordinariamente la gramática, la retórica, la literatura, la filosofía moral y la historia, ciencias ligadas estrechamente al espíritu humano, en el marco general de la filosofía: las artes liberales o todos los saberes dignos del hombre libre frente al dogmatismo cerrado de la teología, expuesto en sistemáticos y abstractos tratados que excluían la multiplicidad de perspectivas y la palabra viva y oral del diálogo y la epístola típicos géneros literarios humanísticos, junto a la biografía de héroes y personajes célebres, que testimonia el interés por lo humano frente a la hagiografía o vida de santos medieval, y la mitología, que representa un rico repertorio de la conducta humana más sugerente para los humanistas que las castrantes leyendas piadosas, vidas de santos y hagiografías de Jacopo Della Voragine y su leidísima Leyenda dorada. Este tipo de formación se sigue considerando aún hoy como humanista.

Para ello los humanistas imitaron el estilo y el pensamiento grecolatinos de dos formas diferentes: la llamada imitatio ciceroniana, o imitación de un solo autor como modelo de toda la cultura clásica, Cicerón impulsado por los humanistas italianos, y la imitatio eclectica, o imitacíón de lo mejor de cada autor grecolatino, propugnada por algunos humanistas encabezados por Erasmo de rotterdam.


Análisis de la película “The Chorus” en relación con el Humanismo.


Sinopsis:

Morhange, un famoso director de orquesta, recibe una llamada de Francia: su madre acaba de fallecer. Se traslada a su ciudad de origen para el funeral, y tras él, recibe la visita de un antiguo compañero suyo en el internado para niños difíciles Le Fond de l'étang, que le entrega el diario del antiguo vigilante Mathieu. Empieza a leerlo y a rememorar cómo aquel músico sin fortuna, que fue a parar al internado, cambió la vida y el estado de ánimo de los chicos, pese a la oposición del rígido director, con ayuda de la música...



Comentario:

Esta película francesa tuvo un grandísimo éxito, ya que a todo el mundo le gustan los relatos sobre la superación humana, los recuerdos de infancia, etc... Además, cuenta con el acompañamiento de una estupenda banda sonora, con un tema central hermosísimo que se repite a lo largo de la cinta como fondo de algunas escenas. La película en sí es muy sencilla. Se inicia de un modo clásico, con un personaje recibiendo una noticia que lo obliga a regresar a sus orígenes y un largo flashback que nos sitúa en 1949. Un afable vigilante, músico fracasado, es contratado para cuidar a los niños y dar algunas clases en un lugar que le pintan como de lo peor. De hecho, el mismo día que llega, al conserje le ponen una trampa en una puerta con el resultado de una grave herida en el ojo. Los niños, como cabe de esperar, son muy violentos. También es típico el director, rígido, duro, y amante de los castigos como forma de educar y de establecer una disciplina. A este respecto más que un internado parece una cárcel para niños, donde incluso se practica el aislamiento en celdas de castigo, etc.

El recién llegado tratará de cambiar esta tesitura formando un coro. Y los chicos, como siempre, responden con su amor incondicional hacia el maestro. Algo también muy clásico es que entre los niños haya alguno que se destaque especialmente, en este caso Morhange, que como sabemos por el principio, terminará siendo músico profesional. En este caso el afán de superación viene tanto del lado de los niños como del maestro, un músico sin suerte, que aprovecha para realizarse a sí mismo a través de los chicos.


Puede decirse que esta película se sostiene sobre tres ideas que son: la visión nostálgica de la infancia, la capacidad de superación del ser humano a través del arte y el poder de la música. El mensaje es muy optimista: habla de amor, de tolerancia, de todo eso que se considera buenos valores. A través del personaje de un chico medio delincuente que termina causando graves desmanes, se ejemplifica al individuo que es tratado mal, y se tuerce por exceso de dureza. Sin embargo, el resto de los niños, que se someten a la "cura musical" de Mathieu, alcanza un gran nivel de perfección y excelencia.

Pese a su sencillez, la película está muy bien construida, con una especie de "sorpresa final" que resulta de lo más emotivo, y a la vez explica cierta cuestión que se hace el espectador al inicio, sobre la razón por la cual ese hombre que va a visitar a Morhange tiene el diario del vigilante. También al final, se retoma el personaje de Morhange adulto, quien explica elípticamente cómo le fue la vida tras su paso por el internado.

Los Nuevos Procesos de Mediación del Texto al Hipermedia


Probablemente el primer lenguaje de la humanidad fue gestual. El aquí y el ahora del lenguaje de los gestos fueron también las circunstancias de la oralidad, una oralidad que inicialmente siempre se sostuvo en la interacción conversacional. Sin embargo, todo cambia con los procesos de mediación. Los medios son soportes que registran o representan y trasladan signos y lenguajes preexistentes. Alteran, pues, las condiciones de tiempo y espacio originales. Lo oral es atrapado por la grafía de la escritura, mientras lo gestual lo es, en su caso por la pintura o el dibujo.

En realidad, la centralidad del lenguaje no es solo una opción teórica. De hecho los textos ganaron mucho espacio social y mucha fuerza en virtud de su multiplicación y abundancia. En definitiva gracias a la imprenta, el mundo social se convirtió, de ese modo, en un tejido textual. Pero con el paso del tiempo surge una nueva escritura, si la podemos llamar así. A través del dibujo, la pintura, la fotografía, el cine y el video aparecen nuevas formas de mediación y de registro de lenguajes que el desarrollo del texto había obviado y hecho desaparecer los lenguajes del cuerpo, los no verbales, los gestos, la iconicidad y sus atracciones y convenciones.

Lo que se ha denominado competencia comunicativa casi nunca ha dejado de estar referida al lenguaje oral y a su versión escrita. Por eso se ha relacionado con las capacidades semánticas y sintácticas del lenguaje verbal pero, sobre todo, aquellas que se traslucían en la escritura. En este sentido lo que ha sido un proceso derivado de una implicación metodológica se ha convertido en un axioma científico. Un axioma que, en cierta manera, ha fundado la practica de la lingüística y del análisis del discurso. De esta manera se ha considerado que el centro del lenguaje verbal es la oralidad.

El iconismo tradicional, el de la fotografía, el dibujo y la pintura realista, la película de cine o el video se basaba en la correspondencia entre el objeto representado y su propia representación. La posibilidad de manipulación humana ante un objeto-modelo era poca. Se podía elegir el encuadre, el unto de vista, y resaltar y exagerar algunos rasgos de la composición de la figura. Pero este proceso tenía algunas limitaciones, ya que era trabajoso, lento y dependía de la habilidad de una persona. Cada acto creativo era único y difícil. Y pese a todo, la sensación de realidad que provocaba en el espectador era siempre deficiente. Sin embargo, cuando aparece la posibilidad de manipular y construir imágenes mediante procesos digitales la situación cambia radicalmente.

La nueva escritura iónica está dando paso también a la aparición de una nueva forma de abstracción, con lo cual esa especie de privilegio atribuido a la escritura, la capacidad de abstraer se esta perdiendo. La abstracción del lenguaje era la que se basaba en la correspondencia de palabras y conceptos. Las palabras señalaban y constituían las clases y los tipos, es decir, las categorías, a partir de la combinación de semas o sememas; o sea de rasgos semánticas combínales.

Con esta escritura y estos nuevos medios que la acompañan se consolida un situación de comunicación muy diferente a la propiciada por el texto escrito. Los denominados hipermedios, que representan la nueva situación. Los textos tradicionales eran secuenciales y lineales, postulaban una dirección y un recorrido de lectura. Marcaban además una dinámica temporal y especifica y establecían una distancia determinada entre receptor y emisor. Los hipermedia son como el reverso de la moneda, no permiten un recorrido, sino muchos. Además están conectados a redes de tal extensión y capacidad que construyen un tiempo global que parece simultáneo y real y que de hecho, esta anulado los tiempos con que la humanidad ha forjado su historia hasta el momento.

La inteligencia de ser humano tiene que ver sobre todo, con la capacidad cualitativa y cuantitativa, para generar y analizar la información. Esta inteligencia, en realidad tiene dos dimensiones. Una interna, biológica e individual y otra externa, cultural y colectiva. En estos dos tipos de inteligencia interviene, en consecuencia, en el mismo proceso y permiten la supervivencia del individuo y de la especie, pero, de hecho, tienen formas y ritmos autónomos.

A grades rasgos, las transformaciones afectan a la naturaleza de la semiótica utilizada y a los textos de comunicación dominante. La humanidad ha pasado en muy pocos anos a disponer de temas simbólicos-iónicos relativamente escasos. Son muchas las novedades y, sin embargo, escasa la toma de conciencia sobre estos cambios, incluso se diría que el grado de conciencia en la actualidad es, en ciertos ámbitos, espectacularmente ridículo.

Para el punto de vista contenidista, el sentido es propiedad exclusiva del potencial evocador de los signos y estos son propiedad del sistema de mediación en el que se escriben. Por el estudio del sentido se debe centrar, desde este punto de vista exclusivamente al análisis del contenido. Es difícil conocer las consecuencias de todos estos procesos. Pero no podemos dejarlos de un lado. Necesitamos un nuevo concepto de competencia y una visión mas rica y plural, salir del escrituro-centrismo para seguir hablando de asuntos reales y sobre todo, para seguir luchando por la idea de poder ser dueños de nuestro propio destino social.

Las Escuelas y la Enseñanza en la Sociedad de la Informacion

Actualmente nos encontramos con una transformación tan seria de la educación que los pilares que sostenía su autonomía escolar y sobre lo cual se fundaba su influencia social parecen derrumbarse en nuestros propios ojos.

El final del siglo XX situó las escuelas, y la enseñanza en general, ante un nuevo escenario tecnológico: repleto de satélites de comunicación, de fibra óptica, de información digitalizada de ordenadores personales cada vez más potentes de realidad virtual. Pero también delante de un escenario social: globalización financiera, desarrollo del comercio internacional, presión de corte neoliberal sobre el Estado de bienestar, en pocas palabras en un brusco y profundo cambio de circunstancias.

Los centros de enseñanza han soportado la presión del cambio con la crisis y contradicciones: reformas, malestar docente, insuficiencia de recursos, desmotivación de los estudiantes, desorientación e incertidumbre. En términos generales la renovación tecnológica en la educación es pobre y lenta en los países desarrollados y escasísima en los no desarrollados.

Las escuelas y los centros de enseñanzas fueron durante siglos instituciones que gozaban de la hegemonía. Muchos de ellos derivaban de instituciones sagradas como iglesias o corporaciones de sacerdotes. Algunos de estos libros eran sagrados como: el Corán, la Biblia, etc. Otros estaban autentícamele sacralizados, como: Homero, Aristóteles, etc. Al margen de estos textos, y fuera de la escuela, la producción y circulación del saber eran muy escasas y, en todo caso, cuando representaban una ligerísima competencia a la escuela oficial, tendían a ser sofocadas. Luego con la invención de la imprenta el libro recibió en los siglos XV y XVI u impulso decisivo, el papel de la escuela se iba ensanchando y adquiriendo paulatinamente una función universalizadora.

Con la aparición de la sociedad de la información, las fuentes de saber y de acumulación del conocimiento, se multiplican se expanden y se difunden. Los libros ya no se escasean sino que pueden multiplicarse por cientos de miles. Los medios audiovisuales difunden la información a la velocidad de la luz y hacen crecer. En este contexto nadie discute que se ha producido una explosión de información y conocimiento que ha desbordado a los centros educativos. Desde entonces, las escuelas y universidades ya no son los únicos centros de la racionalidad y el progreso científico social, ni los únicos que controlan la distribución del saber social.

Tanto cambio, acumulado en poco tiempo, ha conducido a una crisis múltiple que la escuela y la enseñanza están viviendo intensamente en este principio de siglo. Hay crisis en los curricula escolares, en el rol del profesorado, en el lenguaje que funda la escuela, en los recursos técnicos, crisis de modelos de valores y de sistema de socializad, y finalmente crisis de gestión.

La enseñanza y la educación se tienen que transformar en una doble dimensión: intelectual y práctica. En la primea le corresponde una renovación de los principios que la inspiran, de su filosofía y de los lenguajes con los que trabaja. En la segunda, se debe implicar en una transformación profunda de infraestructuras, instrumentos, reglas y normas.

Se podría decir que ambas tareas se resumen en un cambio profundo de un ecosistema comunicativo. Hasta hace poco las escuelas se pensaban como un universo cerrado en sí mismo que había de propiciar la comunicación entre profesores y estudiantes. El nuevo siglo requiere de un enfoque radicalmente diferente. Las escuelas tienen que establecer sistemas de comunicación en su entorno y procesar la información del contexto de un modo útil a sus fines y, al mismo tiempo, proyectar sus mensajes hacia fuera.

El ocio, considerado como tiempo libre, es decir, como la gestión personal que realizamos de nuestros periodos extralaborales, ha sido tradicionalmente un tema abandonado por los educadores, los sociólogos y los teóricos de la comunicación hasta fecha reciente. El ocio es el tiempo extralaboral, es un espacio temporal en que se agrupan tanto los periodos dedicados al descanso, como a la diversión, la educación y la cultura.

La escuela siempre se ha planteado el ocio como un periodo muerto, un tiempo de descanso-intervalo o de actividades extraescolares, un tiempo de tentaciones y de distracciones de la productividad.